miércoles, 4 de febrero de 2009

Trauma


Son tus blancos espacios los que invaden los extenuados recodos de este hombre. De estos hombres que se jactan de perpetuo bajo la voraz forma de una fecha que aguarda impasible el infame regreso de sí misma.
No vaciles en sentirte amada, tú, nuestra ninfa escritura. Desnúdanos tus íntimidades, déjanos clavar nuestras seminales huellas sobre tu húmeda arena, donde el mar vomitando palabras te lava y lava para dejarte una vez más dispuesta a nuestros caprichos de ignominiosos poetas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario