lunes, 13 de diciembre de 2010

Calma (A Selva mi compañera de viaje)

Despierto lunes bajo tus suaves formas de mujer.
Quizás seas
la delgada sospecha de mi existencia;
la descarga exulta
de saber a través de tu piel,
que no soy un instante,
la infame desdicha de instantáneas.
Y así sonrío,
y vuelvo a esperar tu aroma…
Tu amor en la mañana…

martes, 7 de diciembre de 2010

Dualidad

Se fue elevando y como en otras tantas ocasiones, subió su rostro para experimentar una apacible brisa que le pintaba la cara, sentía como el aire se filtraba por entre los exultantes poros de la piel, inflando, calmando cada espacio de su carne, iluminando sus oscuridades, diluyendo sus vacíos, sus deterioros.
Agitó sus brazos, era lo habitual, y comenzó su vuelo. Se movía sublime; su sombra se agigantaba cubriendo insolente cementos y verdes que se desleían con su paso.
Pero presentía, algo no andaba bien o mejor dicho algo deseaba su cambio. En su interior esperaba el siguiente cuadro, la horrenda imagen, el Infierno del Dante: Llegaría el momento de su caída; del vertiginoso descenso donde se convertía en esa gota furiosa, esa monstruosa gota que hería y desfiguraba a Heráclito, hecho que a decir verdad no le importaba pues no sabía ya quien era Heráclito o el Dante, en algún momento habían dejado de ser. Se revolvía en el saber que en algún instante llegaría la ocasión de esa bajada si fin donde sus gritos eran inocuos y donde el etéreo infinito se volvía pesado grueso, rugoso, donde podía sentir cómo cada milímetro de su piel se desgarraba en miles de jirones a través de un filoso y nauseabundo aire que lo hostigaba y hostigaba. No supo ya de tiempo, pensó que despertaría pesado, sediento. Trató de abrir los ojos, que en realidad ya estaban abiertos, como queriendo entender lo real. Entonces comenzó a observar y vio su figura destrozada, desorbitada, apática, inmóvil y dócil abrazada por esa tediosa camisa sin mangas en aquel lúgubre rincón de su habitación psiquiátrica.
El silencio era sordo, cerró los ojos y entendió que su alma había decidido…

viernes, 23 de julio de 2010

Besos (los tuyos... Los de mujer... Los de esposa mía...)


La mañana avanza aletargada,
incapaz de truncar la dicha…
Esa sospecha inagotable que
tus besos prodigaron sobre
estos labios…
Sobre esos labios
Que alguna vez
podré besar...

jueves, 15 de abril de 2010

La noche del pintor

A Salvador Dalí  
Hoy el ocaso de la vida
te bosquejó en vastos claroscuros
prosiguiendo la meta de mis manos
asumió frío el papel de amante.

Surrealismo de un surrealismo.
Locura de una locura.
Vestigios, ocultos en lienzos
ahondan tus formas, callan tus silencios.

Brutal asesinato de mi argot
urdiste impune con tu partida
ADN infinito volando en la cosmogonía,
castidad onanista, espera  de mi agonía.

Catalán febril, Figueres, la última cena.
El cristo en la cruz, bigotes, mecenas.
Gestos perennes de pinceles en desuso,
recuerdos sobre ti  suaves, vetustos.

Tu imagen pecaminosa mil veces pintada,
navegará serena en nuestro mediterráneo
No abordará nuestra barca por siempre encallada.
Tan sólo mis recuerdos, mi amor por vos, mi Gala.

lunes, 29 de marzo de 2010

Cuando yo ya no pueda (Mariano Osorio)

Esta es una pequeña lágrima por vos "Beli" 

            El día que este viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos, recuerda las horas que pase enseñándote a hacer las mismas cosas. 
           Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras que sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.
           Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te avergüences y compréndeme que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niño te ayude y estuve paciente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
           No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo. Acéptame y perdóname. Ya que soy el niño ahora.
            Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que yo fui quien te enseñó tantas cosas. Comer, vestirte y tu educación para enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti.

            Cuando en algún momento mientras hablamos me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te burles de mi; tal vez no era importante lo que hablaba y me conforme con que me escuches en ese momento.
            Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Se cuanto puedo y cuanto no debo. También comprende que con el tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir. Cuando me fallen mis piernas por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernas.Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.
             Piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.
No te sientas triste o impotente por verme como me ves. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir. De la misma manera como te he acompañado en tu sendero te ruego me acompañes a terminar el mío. Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

martes, 16 de febrero de 2010

Nota del alma


Queridos amigos

                           Antes que todo se que es fuerte mi última entrada, pero necesitaba expresar todo el dolor que vi en un documental francés sobre mujeres y niñas violadas en alguna guerra civil. Y también solidarizarme así también con todas aquellas personas en el mundo que sufren a diario este atroz padecimiento.
                          
                           Por otro lado les comento que estoy de a poco migrando este blog a otro de más fácil acceso (pues www.loseternoscaminantes.blogspot.com es poco ágil y lleva a errar la entrada). Además todo cambio renueva. Los tendré al tanto.
                           
                            Bueno seguiremos en contacto y los invito a participar en este, nuestro blog, a través de carlosmartinzapata@gmail.com, como siempre les digo será un honor contar con sus palabras. 

                             Todas las letras para ustedes

Gracias Saray por tus palabras y ya conseguiré Grisicitudes  

La niña de la selva

Acompañando el dolor
 de las miles de mujeres y niñas
 violadas en todo conflicto,
mutiladas, olvidadas…


Lúgubre jadeo
contra tu fresco aliento
invade letal la dulce savia de niña
y lo retuerce en tormento.

Revuelo grotesco,
ya no canciones, ya no sonrisas,
hombre dolor te transpira, te hace daño,
hombre padre en lágrimas rojas, agoniza.

No recuerdas la vida selva
ni tu tranquila aldea.
Tus sábanas blancas con fuerza ciñes,
cuando la pesadilla se repite en impetuosa marea.

Cruel sofisma hirió infinito tu pronto río.
ya nunca placer alguno florecerá en tu cuerpo siempre virgen.
Solo execrable bruteza castigará tu cordura,
tu siempre cordura en tu demencial tristeza.

La tierna niña se desvive en canciones,
juega inocente bajo el húmedo verde.
La tierna niña no sabe de adultos,
desconoce maldades, el terror se relame.
La tierna niña oscurece, se nubla, la soga ajusta,
La tierna niña juega a que su dolor desaparece…

viernes, 5 de febrero de 2010

Visión Suprema


Yo sé de un río

que fluye eternamente,

desde el atardecer del mañana.


Yo sé de un río

que engendró su misma gota.

Tan fértil, tan estéril.


Yo sé de un río

que asume el fin primero

y el fin último… Irreductible…


¿Quien eres? ¿Qué eres?

Toma tu miserable yugo

que el “tiempo” no danza en este lecho.

Sólo tu mente tiene esa micro noción…


Son tus huellas

las que labran deformadas

mis proteos contornos…

Forja tu fatal porvenir

en aquella lápida ya olvidada…


La sombra se alarga en la entrada.

Tal vez rompas los grilletes… Y cuando oses salir

no temas espejarte en él, pues será la última…