viernes, 5 de febrero de 2010

Visión Suprema


Yo sé de un río

que fluye eternamente,

desde el atardecer del mañana.


Yo sé de un río

que engendró su misma gota.

Tan fértil, tan estéril.


Yo sé de un río

que asume el fin primero

y el fin último… Irreductible…


¿Quien eres? ¿Qué eres?

Toma tu miserable yugo

que el “tiempo” no danza en este lecho.

Sólo tu mente tiene esa micro noción…


Son tus huellas

las que labran deformadas

mis proteos contornos…

Forja tu fatal porvenir

en aquella lápida ya olvidada…


La sombra se alarga en la entrada.

Tal vez rompas los grilletes… Y cuando oses salir

no temas espejarte en él, pues será la última…

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